Tal como lo hizo con sus trabajos en solitario de 1970 y 1980, el músico anuncia la publicación un nuevo disco grabado en su casa durante los días de confinamiento. El trabajo, titulado McCartney III, saldrá a la venta en diciembre y contiene algunas viejas canciones inéditas de los 90', además de piezas compuestas en los últimos meses. "Es sobre la libertad y el amor", explicó.
Con al menos cinco giras internacionales y tres discos de estudio publicados desde 2010, Paul McCartney se mantiene activo. Y aunque a sus 78 años es evidente población de riesgo del covid-19, el músico pasó el confinamiento componiendo música. El resultado se podrá escuchar desde diciembre, cuando se publique el nuevo álbum del artista, McCartney III, el que sucede a Egypt Station (2018).
El título hace referencia a dos de sus trabajos de su discografía, McCartney (1970) y McCartney II (1980), que también fueron grabados en su casa. Una decisión inusual para la época, pero que se convirtió en un antecedente para las grabaciones de artistas de indie pop, que en la actualidad suelen registrar sus discos en casa o en cabañas, como el caso del álbum debut de Bon Iver (2007).
La grabación del álbum se realizó en el estudio de la casa de Sussex del artista, donde en 1995 “Macca” junto a George Harrison y Ringo Starr completaron viejos demos de John Lennon (“Real love” y “Free as a bird”). Estos se incluyeron en el compilatorio The Beatles Anthology.
El punto de partida, según explica el diario The Guardian, fue una canción inédita de la década de los 90′ que trabajó junto al productor George Martin, pero estaba inacabada. Esta se titula “When Winter Comes”, y es la que cierra el álbum. A su vez, esa sesión aportó con otra pista del elepé, llamada "Long Tailed Winter Bird”.
“Se trataba de hacer música para uno mismo en lugar de hacer música que tiene que hacer un trabajo”, explica el autor de “Yesterday” al periódico inglés. "Tenía algunas cosas en las que había trabajado a lo largo de los años, pero a veces se acababa el tiempo y quedaba a medio terminar, así que empecé a pensar en lo que tenía. Cada día, comenzaba a grabar con el instrumento en el que escribí la canción y luego gradualmente lo iba superponiendo. Fue muy divertido.”